Por Noé Pernía
Los buenos ciudadanos no nacen por generación espontánea, son el producto de una buena educación y de unos padres conscientes. Este manual para criar hijos inútiles es una guía sobre educación y pedagogía para saber cómo NO debes criar a tus hijos:
Criticarlos todo el tiempo:
¡Siempre haciendo el tonto! ¡Cuando no tú metiendo la pata! Si me hubieses hecho caso.
Expresiones como estas no contribuyen a que tus hijos maduren su capacidad de autocrítica y rectificación.
Déjalos que se equivoquen porque los seres humanos aprendemos equivocándonos. Y si no, toma en cuenta que la historia de los progresos científico-técnicos está llena de meteduras de pata.
Tú tienes la experiencia, así que en lugar de criticarlos ayúdalos a levantarse y enséñales que el yerro es consustancial a la vida humana.
No hablarles de las consecuencias
Todo mal comportamiento arroja consecuencias perjudiciales y esto tienes que explicárselo a tus hijos.
Las sociedades antiguas empleaban la pedagogía del mito para educar a los más jóvenes.
Mito de Ícaro:
Ícaro voló tan alto desobedeciendo las advertencias de su padre Dédalo, y se acercó tanto al sol, que la cera con la que estaban unidas las plumas de sus alas artificiales se derritió provocándole la muerte luego de caer al vacío.
Mito de Faetón:
Faetón le pidió a su padre que le dejara conducir el carro del sol por un día, éste aceptó a regañadientes pero le advirtió de que no era fácil dominar a los caballos. Efectivamente, Faetón no pudo controlar el carro y los caballos se desbocaron incendiando todo a su paso sobre el planeta Tierra.
No enseñarles a vender
La mala reputación de la actividad «vender» la hemos heredado de la cultura paleocristiana porque Jesús expulsó a los mercaderes del templo.
Sin embargo, los judíos y los protestantes coinciden en que la prosperidad –es decir, vender– es un premio divino y no un pecado de codicia. Es uno de los motivos por los que ellos se relacionan mejor sanamente con el dinero y con la riqueza.
Enséñales a tus hijos que el vender será una actividad constante no solo para ganar dinero sino para encontrar amigos, aliados y hasta pareja, porque vender es compartir los valores positivos y tu calidad como persona.
No enseñarles a emprender
El sistema educativo está en declive por una razón, las escuelas producen vegetales y no gente proactiva.
Por tanto, son los padres quienes tienen la responsabilidad de orientar a los hijos hacia la cultura del emprendimiento.
–Si no enseñan a sus hijos cómo vender los estarán convirtiendo en unos inútiles–, recalca con alarma Jürgen Klaric quien también es el director y productor de «Un crimen llamado educación».
Las peores universidades de Iberoamérica son aquellas que no te entrenan en la práctica, donde los estudiantes se gradúan y no saben ni siquiera cómo redactar y proponer un proyecto ante un panel de mentores o financistas.
–Si quieres un hijo ganador enséñalo a emprender y después de que cumpla los 17 años háblales como amigo y como socio–, recomienda Klaric, calificado como el mejor vendedor del mundo.
La ambición no es un defecto
Iberoamérica necesita más gente ambiciosa que piense en el futuro. La humildad como virtud ha sido objeto de una concepción equívoca que ha generado individuos sumisos, incapaces por ello de gestionar el cambio.
La diferencia entre las culturas anglosajonas y las de los países hispanoparlantes de América es que mientras allá ser ambicioso es bueno acá ser ambicioso es malo, reflexiona Jürgen Klaric desde Medellín, Colombia.
Una de las vías más seguras para criar un hijo inútil es inculcarle que la ambición es mala y vergonzosa.
Y ojo que la ambición no tiene nada que ver con la codicia.
El ambicioso proyecta su futuro en búsqueda de la riqueza y la riqueza no es solo dinero. Es también desarrollo espiritual, capital humano, conocimiento y liderazgo.
El verdadero millonario es aquel que alrededor de sí sabe construir un espacio de confort para que otros desarrollen sus talentos y capacidades.
Destrúyeles su vocación
Como la canción de Willie Colón, «cuando crezcas vas a estudiar la misma vaina que tu papá», así mismo muchos padres educan a sus hijos obligándolos a replicar unos códigos de éxito ya caducos.
Ustedes ya habrán oído centenares de historias de hombres y mujeres frustrados por culpa de esas presiones familiares.
Ni el éxito ni la prosperidad se transmiten por código genético, así que si quieres que tus hijos sean prósperos debes ayudarlos a encontrar su vocación y no obligarlos a que se conviertan en lo que tú deseas.
Ayúdales a encontrar su vocación, sea cual sea, o si no tendrás un inútil en casa.
El dinero sí hace la felicidad
Enséñales el valor del dinero porque el dinero puede cambiar el mundo, recomienda Jürgen Klaric quien está construyendo la escuela del futuro sobre un terreno de 15 hectáreas.
El aforismo más penoso es ese que dice que el dinero no hace la felicidad. Todo lo contrario, el dinero sí hace la felicidad pero cuando lo produces con tesón y trabajo.
De allí que es imprescindible que tus hijos se eduquen con ética en los valores del respeto, la transparencia y la puntualidad. Todos debemos vivir con valores irrenunciables, son fundamentales para saber recibir el dinero y emplearlo como debe ser.
No les digas que el dinero no hace la felicidad… porque si el dinero no hace la felicidad, ¿entonces para qué tus hijos van a estudiar, trabajar o montar un negocio?
El dinero sí hace la felicidad cuando cambias tu esquema de relaciones de un modelo acumulativo a uno más bien distributivo. Y distribuir el dinero no tiene nada que ver con que tus hijos se conviertan en Robin Hood.
El dinero que tú produces se vierte hacia tu familia y hacia el mundo cuando a tu alrededor eres capaz de estimular acciones creativas y proyectos innovadores que a su vez estén destinados a transformarse en dinámicas rentables para todos.
Otros tips para reflexionar:
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- Criarás hijos inútiles si no les enseñas finanzas personales
- Unos hijos sin disciplina son uno hijos inútiles. Edúcalos en la disciplina
- Predica con el ejemplo y no solamente con palabras
- Que tus hijos hagan deporte, el deporte es disciplina, salud y mente sana
- Las generaciones Z y T son las que van a cambiar el mundo