La generación nacida entre 1981 y 2000 conocida como millennials, está llegando a la edad en la que sus padres ya estaban casados o tenían en mente hacerlo.
La juventud actual se caracteriza por no conformarse con los paradigmas o presiones sociales pre-establecidos. Marchan a su propio ritmo y han creado nuevas rutas hacia el compromiso y la familia posponiéndolos o abandonándolos por completo.
Los millennial se han blindado contra el estigma social de las parejas que viven sin haber contraído matrimonio están «en pecado».
En los últimos 50 años, las cifras del divorcio se han duplicado y los hogares de padres solteros se han triplicado.
En 1990 se esperaba que la población de América Latina creciera en un promedio de 8,7 millones de personas al año. Sin embargo, la población ha crecido 6,8 millones de personas al año. Un 21% menos de la expectativa.
Mientras los heterosexuales evitan el compromiso y optan cada vez más por compartir el techo y los gastos sin papeles de por medio sin tener hijos, las parejas homosexuales luchan por el derecho al matrimonio y la adopción.
La negación de la mano de la mano de la educación y la economía
La desigualdad económica es uno de los principales factores para que los jóvenes decidan no casarse y no tener hijos.
Los millennials son la generación más educada y preparada, pero mal pagada, y por eso no se sienten aptos para el matrimonio.
De acuerdo con una investigación realizada por el diario The Guardian, los jóvenes están destinados a ser más pobres que sus papás.
El estudio reveló que la combinación de deudas, desempleo, el alto costo de las cosas y los departamentos, ha creado que exista una desigualdad entre generaciones.
De acuerdo con el Washington Post, las 3 principales razones por las que las parejas jóvenes deciden no casarse son:
- Casarse es caro y prefieren invertir el dinero en otras cosas.
- Las religiones tienen cada vez menos creyentes.
- Saben que tienen alternativas y casarse es sólo una de ellas.
¿Y la paternidad dónde queda?
Los millennials, que tanto han cambiado las cosas, tienen sus argumentos para olvidar ese instinto humano:
El futuro es incierto: El cambio climático, la constante amenaza de guerra, las recesiones económicas prolongadas y la crisis laboral, hacen que los milenians perciban el mundo como un lugar inseguro.
La paternidad es egoísta: Para la juventus perpetuarse a uno mismo en su descendencia es algo sumamente egoísta.
El sueldo no alcanza para nada: La mayoría de los millenials no cuentan con el ingreso suficiente para mantenerse, muchos tienen deudas de su educación y planean comenzar a ahorrar desde ahora para su vejez.
La vida laboral está primero: Muchos jóvenes viven en su vida profesional el sueño de dedicarse a lo que les gusta, y la mayoría prefieren no tener trabajo antes de hacer algo que no los satisface.