América Latina registra cifras preocupantes en cuanto al acoso sexual. El manoseo, el hostigamiento verbal y el físico son algunas de las formas más comunes de acoso que las mujeres sufren desde muy temprana edad y generan traumas psicológicos que repercuten por el resto de la vida.
México tiene el primer lugar
De acuerdo con la encuesta de Brain y Win-Gallup International, hecha en 11 países de Latinoamérica, México es el país con el mayor porcentaje de acoso sexual contra las mujeres.
La cifras del estudio revelaron que el 46 % de las mujeres mexicanas dicen haber sufrido acoso sexual.
Adicional a esto, también se encontró que las mujeres más jóvenes y las de clase social más baja son las más afectadas.
Pero hay datos más alarmantes: una de cada cuatro mujeres latinoamericanas ha sufrido algún tipo de violencia y tres de cada diez reconocen que han sido acosadas.
Las Morras mexicanas
En 2016, un grupo de mujeres en México dejó al descubierto la problemática de abuso que aqueja con frecuencia a la población femenina.
En un video se ve al grupo de chicas vestidas de negro caminando por las calles mientras reciben comentarios ofensivos e incluso muestra como un hombre las persigue y se masturba estando muy cerca de ellas.
Días después de haber publicado el video, las Morras recibieron fotos de mujeres descuartizadas y hombres armados.
Lucha contra el acoso
Así como en México, en Colombia, Argentina, Chile y otros países de la región se han conformado grupos que ponen en evidencia el acoso que sufren las mujeres en la calle.
En Colombia, la Universidad del Norte de Barranquilla creó el proyecto Mi Huella Azul, que consiste en apropiarse del espacio público e intervenirlo con prácticas artísticas que reflejen la exigencia de las mujeres por el derecho a transitar libres, seguras y respetadas por la ciudad.
Otra de las iniciativas para luchar contra esta problemática es el Observatorio Contra el Acoso Callejero, una organización que tiene como objetivo erradicar la violencia sexual de las calles.
El Observatorio tiene una red latinoamericana que incluye a países como Colombia, Bolivia, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y Uruguay.
Uno de los trabajos de esta organización es tipificar el acoso. En esta tarea se pudo identificar que las miradas lascivas, los piropos, los silbidos, los besos, los gestos obscenos, los comentarios sexuales, las fotografías y grabaciones del cuerpo con connotación sexual y no consentidas, la persecución y arrinconamiento, la masturbación y el exhibicionismo constituyen formas concretas de hostigamiento.
¡Hay que denunciar!
Uno de los principales problemas es que esta problemática no es denunciada. En la mayoría de los casos la víctima siente temor de hacer público su testimonio, la situación se agrava cuando hay relaciones de poder, como en el caso del acoso laboral.
Alerta roja por abuso en ámbito laboral
Según un informe de la Fundación Thompson Reuters, las mujeres de Argentina, Brasil y México ubican el acoso laboral como una de sus principales preocupaciones.
A esto se suma una investigación de la diputada argentina Fernanda Gil en la que descubrió que la violencia de género en su país a aumentado un 25 %.
En países como Bolivia y Venezuela, se dispararon las denuncias por acosos laborales.
En una encuesta realizada en Perú, el 30 % de las mujeres reconocieron ser víctimas de acoso en el trabajo, 19 % de ellas, víctimas de acoso sexual, y como en la mayoría de países de la región, las víctimas admitieron que no denunciaron los hechos.